Quien quiera diferenciarse de su entorno y ofrecer opciones de diagnóstico y tratamiento, ya puede hacerlo con una relación calidad/precio razonable. La implantación del flujo digital en la clínica dental supone un cambio en la sistemática de trabajo, donde en cada fase del protocolo de trabajo se usan medios digitales: diagnostico, planificación y tratamiento. En relación a la creación de elementos protésicos u ortodónticos, el flujo digital consiste en:
1. Digitalización
2. Diseño (CAD)
3. Producción (CAM)
La forma más sencilla de implantar de flujo digital consiste en el uso de escáner intraoral para realizar la digitalización y el diseño de la restauración y finalmente realizar la producción en un laboratorio dental especializado.
Las ventajas son múltiples y sitúa la clínica dental en un nuevo plano:
1. Planificación: procedimiento predecible basado en un diagnóstico preciso.
2. Claridad para el paciente: puede ver de forma dinámica todo su tratamiento.
3. Disminución de los errores en la fabricación, que supone menos citas para el paciente.
4. Ahorro de tiempo y más precisión, substituyendo los modelos de yeso para el escáner intraoral. Disminuye el tiempo de producción y los envíos de modelos físicos.
5. Mayor confianza para el paciente gracias a la planificación previa.
6. Reducción del tiempo y comunicación con el laboratorio gracias a la claridad y la rapidez en relación al odontólogo-técnico de laboratorio.
7. Mayor adaptabilidad de las prótesis, fabricadas el 100% a medida de la boca del paciente, garantizando un ajuste micrométrico.
8. Software de gestión y comunicación con el paciente, mejorando la gestión de la clínica.
Después de esta lista de ventajas, uno se pregunta: el flujo digital, ¿para cuándo?