A todos los niveles, ya sea personalmente o profesionalmente, debemos adaptarnos a las novedades que genera la tecnología, y en el corazón, la digitalización.
En el sector dental esta ola empuja con gran fuerza por la gran cantidad de vectores que confluyen en la actividad diaria. Delante de tal escenario se pueden adoptar varias actitudes; una de reticencia y desconfianza, pensando que ya estamos bien como estamos y mantenernos en nuestra zona de confort y, la otra, de gestión de la adaptación al cambio mediante una estrategia que vamos actualizando a medida que vamos avanzando.
Aun hoy en día, aquellas clínicas que en su momento no dieron un paso decidido a la informatización, continúan trabajando por duplicado con ficha electrónica y ficha de papel. Porque así se sienten más seguros.
¿Por desconfianza? ¿Fruto de no tener una estrategia de adaptación y mejora a la tecnología? Con una buena estrategia de copias de seguridad, plan de continuidad, formación continuada en las herramientas de gestión y un buen servicio técnico, los beneficios son inmensos. Cómo afrontaremos los desafíos del CAD/CAM, escáner 3D, Internet… Es una cuestión de confianza.